Las lesiones vasculares se clasifican en tumores vasculares y en malformaciones vasculares. El tumor vascular más frecuente es el hemangioma de la infancia. La mayoría de los hemangiomas no requiere tratamiento y solo deben ser controlados durante su evolución. En algunos casos debido a la localización o compromiso de otros órganos deben ser tratados de forma sistémica.

Las malformaciones vasculares se manifiestan como defectos o errores en el desarrollo embriológico de los vasos sanguineos. Se clasifican en: capilares, venosas, arteriales, linfáticas y combinadas. Están presentes desde el nacimiento. Pueden presentarse de forma aislada o formar parte de síndromes.

El dermatólogo pediatra es el especialista que debe realizar el diagnóstico correcto y seguimiento de estas lesiones e instaurar el tratamiento indicado cuando sea necesario.
Actualmente la tecnología Laser constituye una alternativa terapéutica para muchas malformaciones vasculares, permitiendo una gran mejoría estetica de las lesiones y por ende una mejoría en la calidad de vida de los pacientes.